Ratzinger

El nuevo Papa se declara un simple trabajador en la viña del Señor

Cardenal Joseph Ratzinger asumió el nombre de Benedicto XVI. Pontífice era un estrecho colaborador de Juan Pablo II.CIUDAD DEL VATICANO [EL COMERCIO/AGENCIAS]. La espera no fue muy larga y el elegido fue el favorito. La Iglesia Católica tiene ahora un nuevo timonel, luego de que el cardenal Joseph Ratzinger fuera elegido ayer nuevo Papa con el nombre de Benedicto XVI. En sus primeras palabras dirigidas a los católicos que se habían reunido en la Plaza de San Pedro del Vaticano, Benedicto XVI, el Papa número 265 de la historia de la Iglesia y el primer alemán en 480 años, se declaró un simple y humilde trabajador en la viña del Señor. "Después del gran papa Juan Pablo II, los señores cardenales me eligieron como simple y humilde trabajador en la viña del Señor, para servir a la Iglesia", dijo el religioso de 78 años, en sus primeras palabras como jefe de la Iglesia Católica. "Me confío a sus oraciones", agregó, y se manifestó confiado en que la Virgen María esté a su lado. La elección del nuevo Sumo Pontífice se ha producido en el segundo día de cónclave y tras una cuarta votación en la que debió haber recibido por lo menos 77 votos. A las 5:50 p.m. hora romana (10:50 a.m. hora peruana), el humo blanco anunció que los 115 cardenales reunidos en el cónclave habían llegado a un acuerdo para elegir el sucesor de Juan Pablo II, fallecido el sábado 2 de abril. Minutos más tarde, las campanas del Vaticano confirmaban la elección del nuevo Papa, aunque el suspenso acerca de su nombre se mantuvo hasta que apareció en el balcón de la Plaza de San Pedro el primer cardenal de los diáconos (el Protodiácono), el chileno Jorge Arturo Medina Estévez, y declaró el consabido: "Habemus Papam". A continuación, el pontífice, con el rostro emocionado, salió al balcón y saludó a los católicos de todo el mundo.
CONFÍA EN LOS CATÓLICOSBenedicto XVI anunció que actuará con instrumentos suficientes para poder llevar adelante su pontificado y señaló que confía en las plegarias de los católicos. Luego tuvo un recuerdo para su antecesor, Juan Pablo II, del que durante años fue su brazo derecho. Su primer encuentro con los romanos, de quienes pasa a ser obispo, duró pocos minutos, aunque fueron suficientes para que los católicos presentes en la Plaza de San Pedro lo aclamaran como "Benedicto, Benedicto". Antes de abandonar el balcón impartió la bendición Urbi et Orbi, a la ciudad de Roma y al mundo entero. En una misa solemne que se celebrará el domingo en Roma, Benedicto XVI dará oficialmente inicio a su pontificado.




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